Tras la operación regreso de Semana Santa (en realidad no me he ido) toca el regresar a la vida real… Una Semana Santa que me ha resultado un poco larga puesto que he trabajado todas las noches en American Corner primero y en Sala Punto 3 después. No me he ido este año (en realidad no me voy nunca) porque ha he estado hace dos semanas en Valencia de descanso… unos días que para mi fueron de escapada pero que resultaron ser 5 días de vacaciones en toda regla (domingo 3 abril  a viernes 9 abril 2011). Espero que lo hayáis pasado bien en mi lugar, que os emborrachaseis y trasnochaseis a placer durante todos estos días festivos… y no sería para menos…  ya no se repetirá hasta el verano con sus respectivas vacaciones, vacaciones que no llegan a mucho pero se agradecen.

Ya el año pasado hice una escapada a Sevilla en compañía de dos amigas. Este año hemos repetido con Valencia y la experiencia ha sido más que satisfactoria… hemos congeniado a la perfección.. y es que los viajes en grupo tienen sus complicaciones… Ha sido genial, todos/as de acuerdo en todo:
– ¿Subimos ahí?
– Ok
– ¿Vamos a ver aquello?
– Sí, vamos.
Y es que en ningún momento ha habido respuestas tales como:
– Puff yo ahí no voy, no me apetece, mejor descansamos…

En Sevilla fuimos a todo, vimos de todo y nos subimos a todos los monumentos que había y a los que se podía subir 😛

Nuestra experiencia en Valencia ha sido de los más enriquecedora… en lo cultural como en lo personal.  En lo cultural porque estructuramos la visita según los días:

Domingo: aterrizamos a medio día, dejamos las maletas en casa  y nos fuimos a recorrer la ciudad hasta casi la media noche. Lo primero «Feria Medieval» Resultó interesante pues la caracterización de la zona vieja de Valencia estaba, en mi opinión, muy bien lograda.

El espantajo este se dedicaba a meter sustos a la gente "uuuuu"

La caminata del domingo duró hasta casi la media noche. A las ocho de la tarde ya comenzaba a oscurecer.

Lunes paseo por la ciudad. Comenzamos por la mañana tras el desayuno y no paramos hasta la hora de la cena, a eso de las 23:30 horas… únicamente los descansos a la hora de comer y la hora de la merienda… A decir verdad que ha sido una caminata larga. Una parte de ella ha sido siguiendo el cauce seco del río Turia, el cual ha sido reutilizado para la creación de un parque en la superficie por la que antes circulaba el río. El resultado es espectacular, hay que verlo.

Martes alquilamos un coche y nos fuimos de ruta por la costa. Desayuno en Valencia, comida en Gandía, merienda en Denia, unas copas en Altea y de cena, puestos ya que estábamos a unos 10 km de distancia en Benidorm.

De la ciudad de Altea nos interesaba visitar la única Iglésia Católica Ortodoxa de corte ruso de toda España y cuya construcción y materiales se asemejan a la arquitectura típica del siglo XVII. En España existen más templo ortodoxos pero en su mayoría son de corte rumano… un tanto diferentes a las rusas.

Aparte del interés cultural que suscitaba la visita al templo de Altea se escondía también un interés religioso puesto que una de las chicas es de confesión ortodoxa.

Las diferencias entre la Iglesia Católica Romana y la Iglesia Ortodoxa son mínimas y podría decir que hasta conceptuales… Yo mismo he visitado el templo de Altea y no me he sentido incomodo, más bien fascinado por la belleza de la edificación, tanto en el exterior como en el interior así como la sensación de paz y sosiego… Sin ir más lejos he prendido una vela que he ofrecido a San Miguel, de la misma manera que haría en un templo Católico. Es más, todos hemos ofrecido una vela en honor a San Miguel. Y es que ambas religiones han nacido de las enseñanzas de la misma persona: Jesús de Nazaret.

[Mostrar como pase de diapositivas]

Tras finalizar la visita iglesia de Altea decidimos visitar la ciudad para hacer unas compras. Después de un paseo por la playa convenimos en parar en una terraza y disfrutar del buen tiempo con un refresco… la sensación de desconexión era tal que terminamos tomando una copa en lugar de refresco. La anécdota del día fue que dicho local y en su interior había dos escaleras, una hacia arriba con un cartel que decía: «bathroom» y una segunda escalera que llevaba a un piso inferior que ponía un inquietante texto: «Dark room«. Llegamos entre risas a la conclusión de que, tal vez nos habíamos confundido de local… pero bueno. No importaba, el día estaba resultando genial. Finalmente hubo la propuesta de acercarnos a Benidorm a cenar, todos coincidimos y allí nos fuimos. A fin de cuentas, la ciudad distaba apenas unos 10 km desde Altea.

Nos costó un poco encontrar un lugar para cenar, todos los restaurantes estaban pensados para los guiris… carteles luminosos con forma de marisco o de paella… lógicamente la hostelería de Benidorm no parece estar pensada para el visitante español. Al final, nos alejamos de la zona turística para cenar en la terraza de un Ristorante Italiano regentado por un alemán 🙂 En Benidorm todo es posible…

Un brindis: Por nosotros y por el verano 😛

Después de eso… paseo por la playa y regreso a casa en Valencia.

Miércoles visita cultural 100% Después de los casi 300 km realizados el martes tocaba visita cultural y en ello invertimos todo el día viendo las inmensas instalaciones del Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, Autovía a El Saler, Valencia. Es tan grande que no llegamos a verlo todo pero sí una parte: El Oceanográfico con tiburones, delfines y demás, una exposición dedicada a los dinosaurios… Entramos a eso de las doce del medio día hasta la hora de cierre, ocho de la tarde.

Un Trekkie como yo no podía dejar pasar la oportunidad de una foto como esta….

Jueves paseo por Valencia al azar, sin nada planeado… visitando aquello que nos encontramos a nuestro paso… y también a la caza del souvenir para llevar de regreso a La Coruña.

Novedades, souvernirs, arrticulos de coña... llegamos a bromear gritando alguna vez por la calle.